martes, 24 de febrero de 2009

Episodio 6: Nadie conoce a nadie

Hola, mis desconocid@s amig@s:
Como esto de las noticias importantes parece tener la manía de alcanzar su momento álgido durante los fines de semana, he preferido, como la pasada ídem, aprovechar algún rato entre medias para dar una opinión que nadie me ha pedido sobre los oscars y la Copa del Rey de baloncesto Que luego se me acumulan las cosas, y, desgraciadamente, las noticias caducan, como casi todo.

Pero antes quería aclarar una cosita. No es necesario, pero me lo pide el cuerpo: esta serie de trivialidades que (ojalá) estáis leyendo las escribo a piñón fijo. Me parece que lo que se escribe en un "diario", aunque sea poco ortodoxo, debe salir de las tripas, sin preparación previa, guiones ni bocetos. Así que cuando abro la página de Nuevas entradas, me pongo a escribir, luego corrijo alguna falta que siempre hay, por poner los dedos mal, principalmente, y cambio alguna palabra por otra que me suena mejor. Y ya está. En total, unos veinte minutos. Tampoco tengo mucho más tiempo, y la verdad es que dedicar mucho tiempo seguido a lo que sea me aburre (excepto a dormir).

¿Por qué me molesto en aclarar esto, os preguntaréis (ojalá)? Pues simplemente quiero evitar que a alguien le siente mal cualquier cosa que lea por aquí ahora o en el futuro (aún no me he metido con nadie...). No me dedico a meditar los comentarios o las ideas que en este blog expongo, ni mucho menos a pensar "voy a escribir esto pa joder a Fulanito". Simplemente, me salen y ya está. Supongo que al salirme de dentro reflejan más o menos lo que soy yo, pero la verdad es que internet mediatiza mucho las cosas. Quiero decir que resulta mucho más fácil refugiarse en el anonimato y/o la distancia que ofrece la red a la hora de soltar cosas que uno no soltaría tan fácilmente por falta de confianza, de interlocutor o simplemente de aptitudes sociales. Y cosas tanto buenas como malas: a mí me resulta mucho más fácil ser cariñoso o simpático a través del ordenador, sin ese algo invisible que me frena, que en persona, incluso con mis seres queridos.

Vergonzoso, lo sé. Hace poco comentaba con una persona (sí, a través de internet) que aquí nadie es quien en realidad es, y ella disentía, diciendo que ella es igual en todas circunstancias. Y la verdad es que creo que tiene razón, hay gente que no tiene dobles personalidades escondidas en el teclado y que se muestran tal y como son. Pero no es fácil distinguirlas, así que no me queda más remedio que pensar que en este medio virtual en el que todos estamos más cerca aunque estemos al otro lado del globo, nadie conoce a nadie.

Resumiendo, no tengo intención de desdecirme, pero si en algún momento me diese cuenta de que he metido la pata, no tendría reparos en apretar el botón de Editar. Aunque puede que no llegue a saber nunca si al rectificar dejaría de ser yo o sería mi personalidad real la que se tragase sus palabras.
Feliz navegación, internautas.

I am me as you are he as you are me and we are all together...
I am the walrus. The beatles.

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