lunes, 27 de abril de 2009

Episodio 23: De repente Susan

Hola, niños cantores:
La historia en televisión, como en la vida real, siempre se repite, por mucho que nos empeñemos en recordarla u olvidarla. Hace un par de años, un vendedor de móviles orondo y con la mirada un pelín desviada llamado Paul Potts se subía al escenario del programa Britain's got talent, una especie de lo que aquí fue Tú sí que vales. Ante la mirada atónita de los miembros del jurado, decía que iba a cantar ópera. "Muy bien, cuando quieras". Y el señor Potts se arrancó con Nessun Dorma, de Puccini, arrancando a su vez una tremenda ovación del público, que ni por asomo se lo esperaba. A los miembros del jurado se les vieron las muelas del juicio, boquiabiertos como estaban. Durante las semanas siguientes, Potts continuó desgranando su arte con diversas arias operísticas y al acabar el programa participó en varios bolos televisivos (incluso se le vio por estas tierras), suponemos que saneando sus cuentas. No merece menos.

Y es que los precedentes eran, cuando menos, sospechosos. Demasiada gente se presenta a esos programas engañado por sus mamás que les dicen cuánto talento tienen. Otros, van simplemente porque se aburren y otros, los peores, van buscando sus quince minutos de fama a costa de su sentido del ridículo y de la paciencia del prójimo, deseando aparecer en la tele o para ver si les llega para hacer algún programita del corazón o el higadillo.
Y ajena, ahora lo sabemos, a tal historial, hace unas semanas se subió al mismo escenario Susan Boyle. Escocesa, 47 años aunque aparenta bastantes más. Fea (no pienso repetirlo). Y se repitieron las miradas de soslayo del escéptico jurado. Y se repitió la sonora ovación tras la interpretación. Una nueva sorpresa para todo el mundo excepto para los parroquianos de la iglesia a la que Boyle suele asistir los domingos, que ya sabían que esta mujer canta como los mismos ángeles.
Algo que no se ha repetido esta vez ha sido la repercusión. Si el sobradísimo talento del señor Potts quedó como poco más que una anécdota simpática, la fama de Boyle se ha exacerbado de forma increíble. Récord de visitas en Youtube, imágenes ofrecidas por todos los programas de zapping del mundo y parte del extranjero, y más de medio millón de amigos en su página de feisbuc. Es de suponer que, a partir de ahora, a Susan le lloverán ofertas para mostrar su talento a lo largo y ancho del globo. La primera, por no defraudar a los amantes del circo televisivo, ha sido de lo más estrambótico: un millón de dólares por hacer una película porno. Hay gente con mucho humor o con muy poca vergüenza, elegid vosotros mismos. Y claro, agentes, anuncios, galas, discos... La señorita Boyle corre el riesgo de convertirse en un producto. Algo que también hemos visto ya, con "triunfitos", "hermanitos" y otras hierbas similares.
En los últimos días hemos visto fotos de nuestra protagonista en su localidad de residencia. Había ido a la peluquería y se había comprado ropa nueva. Sin embargo, parece ser que el contrato que ha firmado con la televisión británica exige que "no cambie demasiado su aspecto". Acaso temerán que si además de cantar de maravilla resulta que es guapa, las cantantes de moda intenten matarla para salvar sus carreras...
Ah, pero el último capítulo de la apasionante historia de la carrera musical de Susan Boyle nos devuelve al citado concurso. Pensad en un rival perfecto para competir con el nuevo descubrimiento televisivo del momento... Correcto: un niño. Y no un niño cualquiera, sino un chaval de doce años de origen iraní y nombre impronunciable, al que uno de los miembros del jurado cortó en mitad de su actuación. El muchacho, lejos de azorarse, cambió de canción y provocó los aplausos de todo el país. ¿Hay algo más enternecedor y a la vez más típico? La guerra (musical) está servida, ¿ganará el menor o la mayor? Y sobre todo, una vez que la presente edición de Britain's got talent acabe, ¿cuánto tiempo pasará antes de que toda esta sarta de clichés se repita en este y/u otros programas?
Pase lo que pase, permanezcan atent@s a la pantalla, ajenos a sus propios problemas, y no se les ocurra bajo ningún concepto coger un libro o salir a pasear.
¡Y no cambien de canal!

Mr. Mirror don't tell me what you see,
I'm a content man,
In a modern world,
That's all I want to be.
Why should i go to a place I never wanted to belong?

I don't wanna be in a world of sad and loneliness,
I don't wanna be the fool of all the emptiness,
I don't wanna be a shadow in the rain,
An ordinary man...

Ordinary man. Fool's garden.
P.D.: Aquí os dejo unos enlaces por si alguien aún no ha visto lo que he narrado:

http://www.youtube.com/watch?v=RxPZh4AnWyk
http://www.youtube.com/watch?v=H2vlXy74lsQ
http://www.youtube.com/watch?v=1k08yxu57NA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje su mensaje después de la señal: