miércoles, 8 de abril de 2009

Episodio 18: ¿Quién vigila a los vigilantes?

Hola, héroes y heroínas:
Tres aclaraciones antes de empezar: primero, esto va de Watchmen, así que si pasáis olímpicamente de ella y todo lo que supone, igual os aburrís con este episodio. Segundo, aún no he leído el cómic, perdón, novela gráfica, aunque lo intentaré en cuanto pueda, por lo que todas mis informaciones y opiniones son sobre la película. Tercera, no voy a destripar nada importante, eso lo dejo para más adelante, aunque si no la habéis visto y tenéis intención, ya estáis tardando, porque la están quitando de las salas. Avisad@s quedáis.

Desde que la vi he estado pensando en dedicarle un episodio de esta serie-noticiario, pero antes tenía que ordenar unas cuantas ideas al respecto. Vaya por delante que la película me gustó, me dejó satisfecho como Espectador que soy y no me arrepentí de apoquinar los seis euretes de rigor. Pero no es una película fácil, eso está claro. Es una peli de héroes con mallas que tienen pensamientos profundos y realizan una reflexión sobre el mundo en que vivimos. Algo así como si Bergman o Truffaut se hicieran amigos íntimos de Tarantino o Rodríguez, o si simplemente se pusieran a rodar hasta arriba de cigarritos de la risa... Además, como buen friki, la vi en versión original. Diga usted que sí.
Bueno, al turrón. Watchmen me pareció francamente entretenida, desde los fantásticos créditos del principio hasta el sustancioso final, del que ya hablaré. Es larga, eso sí. Un montador avezado le cortaría casi media hora y se quedaría tan a gusto. Particularmente, pienso que las escenas en Marte y los flashbacks sobre la transformación del doctor Osterman en Dr. Manhattan no aportan mucho al tema, pero posiblemente el director, Zack Snyder, las incluyó por fidelidad al cómic. Perdón, a la novela gráfica. A pesar de la cantidad de personajes que salen y de cosas que ocurren, no me perdí en ningún momento, y no me quedaron interrogantes durante la trama. He leído alguna crítica negativa al respecto, pero la verdad es que no le he dado mucha importancia. Estoy bastante seguro de que muchos de los que se perdieron con Watchmen disfrutaron como enanos con El sueño eterno, así que me temo que la cosa va en gustos. Porque una cosa sí me quedó clara: Watchmen no deja de ser un thriller, una película de detectives o policías que investigan un asesinato en una ciudad oscura y peligrosa, y en su investigación interrogan a sospechosos, pelean, se acuestan con mujeres de sinuosas curvas y pronuncian frases sentenciosas sobre la sociedad. La única diferencia es que aquí los policías van disfrazados.
300, la anterior película de Snyder, también basada en otro cómic (perdón, n... bah, ya me entendéis) me pareció poco menos que bazofia infecta, salvando la escena inicial del niño espartano contra el lobo. Me dejó en la boca un sabor a remedo de Gladiator, Braveheart y Troya protagonizada por culturistas con Gollum por ahí dando vueltas en unos escenarios virtuales que no pegaban ni con cola, predecible minuto a minuto ("verás, el muro está hecho con cadáveres; verás, ahora viene la traición...") y con alguna escena ridícula a más no poder. Watchmen es más original, incluso más verosímil, si te consigues introducir en su universo paralelo, naturalmente. Pero eso hay que hacerlo en cada película, de cualquier forma. También se la podría tachar de predecible en algunos momentos, pero en cualquier caso yo la disfruté mucho más.
El personaje que más me gustó fue el de Walter Kovacs/Rorschach, como no podía ser menos. Tipo duro donde los haya, pero con un corazón tras su máscara, hace cincuenta años habría sido ideal para el mismísimo Bogart, si Bogart hubiese accedido a hacer una película en la que el 90% del tiempo no se le ve la cara. Mi frase favorita de la película es ese contundente y sobrao "¡Yo no estoy encerrado con vosotros, vosotros estáis encerrados conmigo!", después de freír literalmente al macarra que intenta amedrentarle. Genial. Aunque si yo fuera un Watchman (uno sabe que se le va la pinza cuando escribe frases como "Aunque si yo fuera un Watchman...") probablemente sería Dan Dreiberg/Búho Nocturno. Un gafotas nostálgico y medio resignado a que sus días de vino y rosas han pasado a mejor vida. En realidad es el más normal de los seis, aunque ya sabéis que yo el término "normal" lo uso con reservas. Pero sí, me gustaría más ser Rorschach. Algo parecido me pasa con mi adorada serie Friends: me gustaría ser Chandler, pero probablemente, sería Ross. En fin. Curiosamente, tanto Dreiberg como Ross se acaban llevando a la chica... al final voy a ser demasiado optimista y todo...
Bueno, que me pierdo. Creo que sólo me queda añadir que, por contra, el personaje que menos me gustó fue el del Dr. Manhattan, al que los superpoderes le han vuelto un pelín pedante, me parece. Por muy bien dotado que esté. Ehem... Ah, y la banda sonora, a pesar de que también he leído críticas denostándola, me pareció muy destacable.
Bueno, amig@s, en el próximo episodio, a Dios sabe qué hora pero en este mismo canal, me dedicaré a diseccionar sabiamente (pffffff...) el final de la peli, que tiene mucha chicha. Así que haced los deberes y vedla antes.
Un superabrazo.

Well, maybe there's a god above
but all I've ever learned from love
was how to shoot somebody who outdrew you
It's not a cry that you hear at night
It's not somebody who's seen the light
It's a cold and it's a broken hallelujah

Hallelujah. Leonard Cohen (BSO Watchmen)

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