lunes, 27 de abril de 2009

Episodio 23: De repente Susan

Hola, niños cantores:
La historia en televisión, como en la vida real, siempre se repite, por mucho que nos empeñemos en recordarla u olvidarla. Hace un par de años, un vendedor de móviles orondo y con la mirada un pelín desviada llamado Paul Potts se subía al escenario del programa Britain's got talent, una especie de lo que aquí fue Tú sí que vales. Ante la mirada atónita de los miembros del jurado, decía que iba a cantar ópera. "Muy bien, cuando quieras". Y el señor Potts se arrancó con Nessun Dorma, de Puccini, arrancando a su vez una tremenda ovación del público, que ni por asomo se lo esperaba. A los miembros del jurado se les vieron las muelas del juicio, boquiabiertos como estaban. Durante las semanas siguientes, Potts continuó desgranando su arte con diversas arias operísticas y al acabar el programa participó en varios bolos televisivos (incluso se le vio por estas tierras), suponemos que saneando sus cuentas. No merece menos.

Y es que los precedentes eran, cuando menos, sospechosos. Demasiada gente se presenta a esos programas engañado por sus mamás que les dicen cuánto talento tienen. Otros, van simplemente porque se aburren y otros, los peores, van buscando sus quince minutos de fama a costa de su sentido del ridículo y de la paciencia del prójimo, deseando aparecer en la tele o para ver si les llega para hacer algún programita del corazón o el higadillo.
Y ajena, ahora lo sabemos, a tal historial, hace unas semanas se subió al mismo escenario Susan Boyle. Escocesa, 47 años aunque aparenta bastantes más. Fea (no pienso repetirlo). Y se repitieron las miradas de soslayo del escéptico jurado. Y se repitió la sonora ovación tras la interpretación. Una nueva sorpresa para todo el mundo excepto para los parroquianos de la iglesia a la que Boyle suele asistir los domingos, que ya sabían que esta mujer canta como los mismos ángeles.
Algo que no se ha repetido esta vez ha sido la repercusión. Si el sobradísimo talento del señor Potts quedó como poco más que una anécdota simpática, la fama de Boyle se ha exacerbado de forma increíble. Récord de visitas en Youtube, imágenes ofrecidas por todos los programas de zapping del mundo y parte del extranjero, y más de medio millón de amigos en su página de feisbuc. Es de suponer que, a partir de ahora, a Susan le lloverán ofertas para mostrar su talento a lo largo y ancho del globo. La primera, por no defraudar a los amantes del circo televisivo, ha sido de lo más estrambótico: un millón de dólares por hacer una película porno. Hay gente con mucho humor o con muy poca vergüenza, elegid vosotros mismos. Y claro, agentes, anuncios, galas, discos... La señorita Boyle corre el riesgo de convertirse en un producto. Algo que también hemos visto ya, con "triunfitos", "hermanitos" y otras hierbas similares.
En los últimos días hemos visto fotos de nuestra protagonista en su localidad de residencia. Había ido a la peluquería y se había comprado ropa nueva. Sin embargo, parece ser que el contrato que ha firmado con la televisión británica exige que "no cambie demasiado su aspecto". Acaso temerán que si además de cantar de maravilla resulta que es guapa, las cantantes de moda intenten matarla para salvar sus carreras...
Ah, pero el último capítulo de la apasionante historia de la carrera musical de Susan Boyle nos devuelve al citado concurso. Pensad en un rival perfecto para competir con el nuevo descubrimiento televisivo del momento... Correcto: un niño. Y no un niño cualquiera, sino un chaval de doce años de origen iraní y nombre impronunciable, al que uno de los miembros del jurado cortó en mitad de su actuación. El muchacho, lejos de azorarse, cambió de canción y provocó los aplausos de todo el país. ¿Hay algo más enternecedor y a la vez más típico? La guerra (musical) está servida, ¿ganará el menor o la mayor? Y sobre todo, una vez que la presente edición de Britain's got talent acabe, ¿cuánto tiempo pasará antes de que toda esta sarta de clichés se repita en este y/u otros programas?
Pase lo que pase, permanezcan atent@s a la pantalla, ajenos a sus propios problemas, y no se les ocurra bajo ningún concepto coger un libro o salir a pasear.
¡Y no cambien de canal!

Mr. Mirror don't tell me what you see,
I'm a content man,
In a modern world,
That's all I want to be.
Why should i go to a place I never wanted to belong?

I don't wanna be in a world of sad and loneliness,
I don't wanna be the fool of all the emptiness,
I don't wanna be a shadow in the rain,
An ordinary man...

Ordinary man. Fool's garden.
P.D.: Aquí os dejo unos enlaces por si alguien aún no ha visto lo que he narrado:

http://www.youtube.com/watch?v=RxPZh4AnWyk
http://www.youtube.com/watch?v=H2vlXy74lsQ
http://www.youtube.com/watch?v=1k08yxu57NA

domingo, 26 de abril de 2009

Episodio 22: Escenas de manicomio

Hola, queridos electores:
A continuación, en vuestra cadena favorita, un nuevo capítulo de Escenas de manicomio, la serie de más rabiosa (rabiosa es la palabra) actualidad sobre el panorama político español:
Sketch 1:
-Señor Presidente, ¿qué conclusiones ha sacado de su reunión con los representantes rusos?
-Que hay que fomentar y afollar, ¡perdón, apoyar!, el turismo en Rusia (en qué estaría yo pensando... ay, omá, qué ricas están las rusas... las ensaladillas, quicir).
Sketch 2:
-Seño, quiero beber agua.
-Ahora no se puede, Esperancita, espera un poco.
-¡Pero yo tengo sed ahora!
-Tus compañeros también tienen sed y se están aguantado, espera un poco, que ya acabamos.
-¡Pues yo quiero beber agua y voy a ir a beber agua!
...
-¡Hala, ya he bebido agua, y además he traído una botella para luego!
-Ehem... bueno, ya puedes beber agua... (jodía niña, en buena hora la elegimos presidenta de la clase...)
Sketch 3:
-Señor Ministro de Justicia, ¿cómo es posible que, sabiendo tanto de leyes, estuviese usted cazando sin la debida licencia y acompañado de un juez que quiere empaquetar a media oposición?
-Pues porque... no sabía dónde estaba...
Sketch 4:
-Señor Ministro de Economía, ahora que nuestro país atraviesa una grave crisis, ¿qué le gustaría hacer?
-Ser ex-ministro (y que se coma otro el marrón).
Sketch 5:
-Señora Ministra de Fomento, ¿cuál es su opinión sobre los problemas que el clima ha ocasionado este invierno?
-Si la borrasca cambió de una forma impredecible, no lo pueden predecir. Pero si no lo predicen quienes lo tienen que predecir, cómo piensan ustedes que lo vamos a predecir quienes estamos esperando la predicción..." (¡esto es textual, amig@s!)
Sketch 6:
-Señor ex-presidente, teniendo en cuenta la fama de autoritario con la que abandonó el Gobierno, ¿no piensa usted que, después de haberse burlado en público de las medidas del actual Gobierno contra el exceso de consumo de alcohol, no es buena idea posar en la portada de un semanario nacional acariciando un rottweiler y con cara de "aqueteloachucho"?
Y hasta aquí el programa de hoy, queridos espectadores. No se pierdan en este mismo canal y en próximos episodios:
-Enhorabuena, ya ha ganado las elecciones y es usted oficialmente Presidente del Gobierno. Debido a que, una vez más, el voto de los españoles está dividido, ¿piensa usted pactar con el otro partido mayoritario nacional, aparcando sus diferencias, para sacar adelante una política eficiente al servicio del país? ¿O va a pactar con partidos nacionalistas a los que España les importa un bledo y sólo quieren barrer para casa todo lo que puedan antes de pedir la independencia?
-Lo segundo, claro, como toda la vida...
Dicen que cada pueblo merece a sus gobernantes. Yo espero que no...
Buenas noches, ¡y recuerden hiperconcienciarse y votalizarse!

And everyday I love you less and less
You're turning into something I detest
And everybody says that your a mess
Since everyday I love you less and less.

Everyday I love you less and less. Kaiser Chiefs.

jueves, 23 de abril de 2009

Episodio 21: El niño se ha hecho mayor

Hola, jugon@s:
¿A que no sabéis quién ha decidido presentarse al draft de la NBA de este año? Sí, ese mismo. Ricky Rubio, la perla del baloncesto europeo, va a dar el salto a la liga americana con tan solo 18 añitos. Las escasas declaraciones que ha hecho a la prensa desde que debutó en la ACB, prácticamente todas durante el último año, hacen pensar que tiene la cabeza bien amueblada y habrá meditado la decisión. Sin embargo, no dejo de pensar que igual le han "comido la oreja" un poco, insistiéndole que todos los ojos del baloncesto mundial están puestos en él, que es muy maduro como jugador para su juventud y que seguramente va a conseguir un buen puesto en el draft, con lo que se asegurará un buen contrato. Todo ello cierto. Si de aquí a junio no ocurre ninguna desgracia, el base de El Masnou se vería en el puesto 2 o 3 elegido por equipos como Sacramento, Oklahoma o (glups) Memphis. El número 1 parece adjudicado con antelación para la nueva perla del baloncesto universitario norteamericano, Blake Griffin. Aún así, Rubio se firmaría un buen contrato con una bonita cifra, poco menos que asegurando su futuro económico y el de su familia. Y a partir de ahí, que los dioses del balón decidan.
A mí se me antoja pronto. Es absurdo seguir diciendo que Ricky Rubio es una promesa, puesto que es ya una gran realidad, pero aún podría aprovechar un año o dos en Badalona para afianzar su juego, afinar sus carencias, como el tiro, y ya de paso, buscar algún título nacional o internacional, amén de darnos otra alegría con la selección como la de Pekín. Rudy Fernández esperó y de momento parece que mereció la pena. Juan Carlos Navarro esperó todo lo que pudo y acabó haciendo las Américas en mi opinión sin muchas ganas, volviendo al hogar tras un año en el que no le apreciaron todo lo que se merece. Fran Vázquez debería ir pensando en no esperar mucho más. Imponderables aparte (lesiones, situaciones personales, etc.), ser un europeo en la NBA no siempre es fácil ni siquiera hoy, donde ya son parte importante de la liga. Recordemos los casos de Macijauskas, Jasikevicius o Ilyasova, contrastados en el viejo continente y arrinconados en el banquillo yankee. Por tanto, precaución, amigo jugador. Precaución, que no miedo.
Como ya he dicho, en junio se verá lo que se tenga que ver, así que tampoco hay mucho más que decir a este respecto. Ricky tiene todo el derecho a ilusionarse con una carrera larga y productiva en la NBA, y nosotros lo tenemos a querer verle mucho y bien durante esa larga carrera, aquí o allí.
Qué será, será...

Don't push too far
Your dreams are china in your hand
Don't wish too hard
Because they may come true
And you can't help them
You don't know what you might
Have set upon yourself
China in your hand. T'Pau.

martes, 14 de abril de 2009

Episodio 20: This is the end, my friend

Hola, queridos oyentes:
Me habría gustado que el episodio 20 de esta vuestra serie de noticias hubiese sido algo más alegre, pero supongo que al menos se puede calificar de intrascendente. Como siempre me entero el último de todo, ha tenido que ser una semana después cuando conociera la noticia de que, coincidiendo con su vigésimo aniversario, el programa radiofónico El cine de Lo que yo te diga, de la Cadena SER, llegaba a su fin. Ya cité el programa en el episodio dedicado a los oscars, que emitían todos los años y yo escuchaba en directo hasta este año de su cierre. Y lo cierto es que lo han hecho sin mucho ruido, con un programa normal al que, eso sí, invitaron a algunos de los que durante estas dos décadas habían colaborado en él. Llevaban unas semanas haciendo una sección recopilatoria de los mejores momentos toda su trayectoria, pero nada hacía sospechar que fuera la crónica de su final (al menos yo no lo sospechaba).
Yo lo escuchaba de manera casi religiosa desde el 93, período durante el cual me lo habré perdido no más de cinco o seis veces. Su emisión en sábado y su horario doble de tarde y noche lo hacían bastante cómodo a la hora de no agobiarse para evitar faltar a la cita. Y desde que comenzaron a colgarlo en su página http://www.loqueyotediga.net/, se hizo aún más cómodo. Se lo podía bajar uno y escucharlo cuando y donde quisiera. Gracias a él comencé a aficionarme a la radio, en la que hasta entonces sólo oía programas de música, y desde que lo "pillé" por primera vez, por casualidad y empezado, se convirtió en un círculo rojo en mi hipotética agenda semanal.
El cine de Lo que yo te diga estaba conducido de manera admirable por Carlos Martínez, Elio Castro y Juan Zavala, y durante muchos años también por María Guerra, además de otros colaboradores que han ido pasando durante menos tiempo. Mezclando información cinematográfica, humor y música con un ritmo magnífico, sin pedantería ni envoltorios innecesarios, era imposible no engancharse a él. No en vano el título del libro que escribieron los autores del programa, y que devoré gustoso, es El cine contado con sencillez. Valdría como título alternativo al programa perfectamente. Chascarrillos sobre las noticias rosas de las estrellas, sketches satíricos pero no hirientes y la aparición de personajes como el audaz reportero Antonio Lavirgen, el corresponsal en Los Angeles Raimundo Hollywood (en realidad el premiado animador español Raúl García) y, por supuesto, Teófilo el Necrófilo (¡un niño psicópata y caníbal sobrino de Hannibal Lecter!), junto a reportajes minuciosos sobre las películas de hoy y siempre y sus autores eran los ingredientes que consiguieron mantenerme durante muchas noches despierto hasta las tres.
Insisto, es sólo un programa de radio, algo intrascendente al fin y al cabo. Supongo que tras veinte años han decidido dedicarse a algo nuevo, o vete tú a saber si ha influido en la decisión el tan traído y llevado negocio. El caso es que cuando me enteré me supo de forma inevitable a puñalada trapera, y recordé lo que sentí cuando me enteré de que se acababa El informal, y lo que seguramente sentiré el día que se acabe Sé lo que hicisteis... Vendrán otros programas, puede que incluso mejores, pero no seran el mismo. De momento nos quedamos con un sincero agradecimiento a sus responsables por tantas horas de entretenimiento y cultura y con un igual de sincero deseo de que en esta peli sí haya secuelas...
Tres hurras por Lo que yo te diga.
Everything dies, baby, that's a fact,
but maybe everything that dies someday comes back...
Atlantic City. Bruce Springsteen.

Episodio 19: De cómo el autor desentraña cuidadosamente el desenlace de la película Watchmen

Hola, supergirls y superboys:
Supongo que entre el último episodio y el título de este ya os habrá quedado claro que voy a destripar el final de Watchmen, ¿no? Pues luego no quiero quejas...

Cuando Búho nocturno, Espectro de plata y Rorschach llegan a la Antártida ya parece bastante claro que el desencadenante de todo el jaleo no ha sido otro que su ex-colega Adrian Veidt/Ozymandias. Considerado "el hombre más listo del mundo", debe ser también el más rico, porque según él mismo reconoce ante un grupo de empresarios entre los que se encuentra el millonetis Lee Iacocca, "podría comprarles y venderles tres veces", y uniendo dinero y cerebro ha conseguido montar un buen jaleo. Ha implicado a cientos de personas en su plan de ocasionar un desastre, sacrificando la vida de miles de inocentes para echarle la culpa al doctor Manhattan y que así los gobiernos del mundo se unan por una causa común en lugar de pelear entre ellos. Manhattan se larga a otra galaxia usando sus poderes mientras los ejércitos de todo el mundo se quedan a verlas venir. Resultado: la paz mundial. Pero una paz mutilada, como dice Búho nocturno, gobernada por el miedo global. Creo que ambos tenemos la sospecha de que al cerebrito de Veidt se le han escapado algunas cosas:
-Una persona con el potencial económico y tecnológico de Ozymandias tiene todas las papeletas para convertirse en un megadictador universal. Padece todos los síntomas de cualquier Hitler, Stalin y demás hierbas que han poblado este planeta: veo un problema y lo voy a solucionar yo mismo con mis dos c..., aunque me tenga que llevar por delante a algunos que nada tenían que ver con el problema en sí. Nada, daños colaterales, los llaman... Está claro que Ozymandias no tiene abuela, pero a lo mejor confía demasiado en sí mismo pensando que no va a usar su propio poder para adueñarse de lo que aún no sea suyo, si es que queda algo. ¿O será que él mismo tiene miedo de que el doctor Manhattan le castigue?
-El pretexto de un vigilante invisible sobre nuestras cabezas pendiente de lo que hacemos igual tampoco es suficiente para mantener la unión de la humanidad durante mucho tiempo. No olvidemos que ha hay millones de personas que ya piensan que hay uno que nos vigila, y no parece importarles demasiado. De hecho, es probable que, tras el susto inicial, algún que otro gobierno comenzase a usar al superhéroe exiliado como coartada para sus fechorías: "¡Adelante, el doctor Manhattan está de nuestro lado, acabemos con nuestros enemigos!", o "Debemos matar en su nombre o él nos matará a nosotros". ¿Haría algo Veidt, o se notaría demasiado?
-Si se supone que el doctor Manhattan es el enemigo de la humanidad, ¿cuánto dinero y recursos estarían dispuestos a emplear los gobiernos para encontrarle por cualquier rincón del espacio? A nadie le gustaría vivir en el desierto más pacífico del universo...
-Y por último, ¿es total y absolutamente necesario que Rorschach muera? Su impenetrable capa de principios morales le obliga a divulgar la realidad de lo que ha sucedido, mientras Búho nocturno y Espectro de plata parecen dispuestos a guardar silencio y vivir el resto de sus días retozando alegremente. Pero si el doctor Manhattan tiene poderes prácticamente ilimitados, ¿por qué simplemente no le borra la memoria y le manda a vivir a una casita de campo en el culo del mundo? Por la negra épica del antihéroe, claro está. Parece más digno que se convierta en una mancha de sangre sobre el hielo a que deje de ser él mismo. Manhattan, Ozymandias y el propio Rorschach lo entienden así. Sin embargo, ¿no convierte Ozymandias a la humanidad en una gigantesca mancha de sangre en el suelo al ejecutar su plan? Porque ante tal tesitura, parece complicado que el ser humano vuelva a ser el mismo...
Watchmen, amig@s. Una frivolité de héroes con mallas que nos hacen pensar sobre quiénes somos, en qué mundo vivimos y quién rige nuestros destinos. Y no tiene pinta de tener secuelas. Otro punto a su favor.

Whatever happened to all the heroes?
All the Shakespearoes?
They watched their Rome burn.
Whatever happened to the heroes?
Whatever happened to the heroes?

No more heroes anymore.
No more heroes anymore.

No more heroes. The stranglers.

miércoles, 8 de abril de 2009

Episodio 18: ¿Quién vigila a los vigilantes?

Hola, héroes y heroínas:
Tres aclaraciones antes de empezar: primero, esto va de Watchmen, así que si pasáis olímpicamente de ella y todo lo que supone, igual os aburrís con este episodio. Segundo, aún no he leído el cómic, perdón, novela gráfica, aunque lo intentaré en cuanto pueda, por lo que todas mis informaciones y opiniones son sobre la película. Tercera, no voy a destripar nada importante, eso lo dejo para más adelante, aunque si no la habéis visto y tenéis intención, ya estáis tardando, porque la están quitando de las salas. Avisad@s quedáis.

Desde que la vi he estado pensando en dedicarle un episodio de esta serie-noticiario, pero antes tenía que ordenar unas cuantas ideas al respecto. Vaya por delante que la película me gustó, me dejó satisfecho como Espectador que soy y no me arrepentí de apoquinar los seis euretes de rigor. Pero no es una película fácil, eso está claro. Es una peli de héroes con mallas que tienen pensamientos profundos y realizan una reflexión sobre el mundo en que vivimos. Algo así como si Bergman o Truffaut se hicieran amigos íntimos de Tarantino o Rodríguez, o si simplemente se pusieran a rodar hasta arriba de cigarritos de la risa... Además, como buen friki, la vi en versión original. Diga usted que sí.
Bueno, al turrón. Watchmen me pareció francamente entretenida, desde los fantásticos créditos del principio hasta el sustancioso final, del que ya hablaré. Es larga, eso sí. Un montador avezado le cortaría casi media hora y se quedaría tan a gusto. Particularmente, pienso que las escenas en Marte y los flashbacks sobre la transformación del doctor Osterman en Dr. Manhattan no aportan mucho al tema, pero posiblemente el director, Zack Snyder, las incluyó por fidelidad al cómic. Perdón, a la novela gráfica. A pesar de la cantidad de personajes que salen y de cosas que ocurren, no me perdí en ningún momento, y no me quedaron interrogantes durante la trama. He leído alguna crítica negativa al respecto, pero la verdad es que no le he dado mucha importancia. Estoy bastante seguro de que muchos de los que se perdieron con Watchmen disfrutaron como enanos con El sueño eterno, así que me temo que la cosa va en gustos. Porque una cosa sí me quedó clara: Watchmen no deja de ser un thriller, una película de detectives o policías que investigan un asesinato en una ciudad oscura y peligrosa, y en su investigación interrogan a sospechosos, pelean, se acuestan con mujeres de sinuosas curvas y pronuncian frases sentenciosas sobre la sociedad. La única diferencia es que aquí los policías van disfrazados.
300, la anterior película de Snyder, también basada en otro cómic (perdón, n... bah, ya me entendéis) me pareció poco menos que bazofia infecta, salvando la escena inicial del niño espartano contra el lobo. Me dejó en la boca un sabor a remedo de Gladiator, Braveheart y Troya protagonizada por culturistas con Gollum por ahí dando vueltas en unos escenarios virtuales que no pegaban ni con cola, predecible minuto a minuto ("verás, el muro está hecho con cadáveres; verás, ahora viene la traición...") y con alguna escena ridícula a más no poder. Watchmen es más original, incluso más verosímil, si te consigues introducir en su universo paralelo, naturalmente. Pero eso hay que hacerlo en cada película, de cualquier forma. También se la podría tachar de predecible en algunos momentos, pero en cualquier caso yo la disfruté mucho más.
El personaje que más me gustó fue el de Walter Kovacs/Rorschach, como no podía ser menos. Tipo duro donde los haya, pero con un corazón tras su máscara, hace cincuenta años habría sido ideal para el mismísimo Bogart, si Bogart hubiese accedido a hacer una película en la que el 90% del tiempo no se le ve la cara. Mi frase favorita de la película es ese contundente y sobrao "¡Yo no estoy encerrado con vosotros, vosotros estáis encerrados conmigo!", después de freír literalmente al macarra que intenta amedrentarle. Genial. Aunque si yo fuera un Watchman (uno sabe que se le va la pinza cuando escribe frases como "Aunque si yo fuera un Watchman...") probablemente sería Dan Dreiberg/Búho Nocturno. Un gafotas nostálgico y medio resignado a que sus días de vino y rosas han pasado a mejor vida. En realidad es el más normal de los seis, aunque ya sabéis que yo el término "normal" lo uso con reservas. Pero sí, me gustaría más ser Rorschach. Algo parecido me pasa con mi adorada serie Friends: me gustaría ser Chandler, pero probablemente, sería Ross. En fin. Curiosamente, tanto Dreiberg como Ross se acaban llevando a la chica... al final voy a ser demasiado optimista y todo...
Bueno, que me pierdo. Creo que sólo me queda añadir que, por contra, el personaje que menos me gustó fue el del Dr. Manhattan, al que los superpoderes le han vuelto un pelín pedante, me parece. Por muy bien dotado que esté. Ehem... Ah, y la banda sonora, a pesar de que también he leído críticas denostándola, me pareció muy destacable.
Bueno, amig@s, en el próximo episodio, a Dios sabe qué hora pero en este mismo canal, me dedicaré a diseccionar sabiamente (pffffff...) el final de la peli, que tiene mucha chicha. Así que haced los deberes y vedla antes.
Un superabrazo.

Well, maybe there's a god above
but all I've ever learned from love
was how to shoot somebody who outdrew you
It's not a cry that you hear at night
It's not somebody who's seen the light
It's a cold and it's a broken hallelujah

Hallelujah. Leonard Cohen (BSO Watchmen)

viernes, 3 de abril de 2009

Episodio 17: La raqueta de Federer

Buenas noches, colosos y titanes:

Roger Federer acaba de perder su partido contra Novak Djokovic en semis del torneo de Miami. Nada raro: todos los deportistas pierden alguna vez, sobre todo si sus rivales están parejos en calidad. También le pasó ayer a Nadal ante del Potro. Lo destacable es el gesto del tenista suizo tras perder un punto en el tercer set. Ha estrellado la raqueta contra el suelo, y ésta ha quedado hecha un ocho. Al verlo, he recordado inmediatamente al propio Federer el día que perdió la final del Open de Australia, precisamente contra Nadal, llorando.
No es tan frecuente ver a deportistas de élite mostrarse débiles, frustrados o vulnerables. Parte de su encanto, de la admiración y locura que arrastran tras de sí consiste en aparecer regios, intocables e impolutos en la victoria e impasibles y gélidamente educados en la derrota. Los atletas, igual que otros personajes públicos como las estrellas de cine, tienden a comportarse como si vivieran en un universo paralelo, casi siempre inaccesibles y actuando como si el mundo que les rodea fuese una circunstancia necesaria para su subsistencia a la que no prestan demasiada atención. ¿A que recordáis las victorias de Induráin casi sin sudar, la superioridad de Bolt sabiéndose campeón veinte metros antes, o los saltos de Jordan? Les falta el letrero de "Fácil, demasiado fácil". Por eso, detalles como el de Federer nos recuerdan que también son humanos, como todo el mundo, sólo que con bastante más dinero en el banco, desde luego.
Estos mismos personajes suelen regalarnos de vez en cuando otro tipo de "toques humanos", pero son toques humanos propios de las estrellas, como las esperpénticas celebraciones de gol de algunos futbolistas, los mamporros a fotógrafos de divos díscolos y las sanciones por dopping y/o visitas a clínicas de desintoxicación de todo tipo de adicciones. Y alguna cosa premeditadamente calculada, como las fotos en eventos benéficos de todo tipo, sin desmerecer a tales eventos. Eso no es más que el lado feo de la fama, ya que dudo mucho que la mayoría de ellos se comportase de la misma forma sin tantos ojos encima. Lo interesante es ver a estos dioses humanizados (o humanos divinizados, como gustéis) en pleno ataque de normalidad, cuando de verdad se olvidan de que el mundo entero sabe qué coche conducen, qué ropa usan y qué cerveza beben: los porretes de Phelps, las argucias infantiloides de Hamilton, incluso las tonterías de Papaloukas al ganar me ponen una sonrisa en la boca y me ayudan a considerar el mundo desde otra perspectiva.
Y como ser humano anónimo, con defectos y virtudes, con una francamente poco divina vida, reconforta sentirse de la misma raza que aquellos que parecen ser perfectos, insuperables en todo. Por eso, señor Federer, gracias por cargarse su raqueta.
¡Brindo por vosotr@s!

Now the years are rolling by me, they are rockin' even me
I am older than I once was, and younger than Ill be, thats not unusual.
No it isn't strange, after changes upon changes, we are more or less the same.
After changes we are more or less the same.


The boxer. Simon and Garfunkel.