sábado, 31 de octubre de 2009

Episodio 47: Ríe o muere

Pavorosas tardes,amig@s:
Poco tiempo después del 11-s, tras las miradas de perplejidad, la inundación de imágenes, los duelos y los gritos de venganza, apareció en escena un elemento imprescindible de todo suceso medianamente importante en este mundo: los chistes. Lo mismo ha sucedido con acontecimientos luctuosos de todo tipo, como el fallecimiento de ilustres celebridades, atentados terroristas y chanchullos políticos varios.

Ahora, en plena época de Halloween, el fenómeno de buscar la risa contra la desesperación, la amargura y, sobre todo, el miedo, toma una forma especialmente significativa, porque es probablemente la muerte y lo sobrenatural lo que más desesperación, amargura y, sobre todo, miedo nos provoque a los pobres mortales. Así que el que lo celebra se atavía con sus peores galas, las más siniestras y fúnebres, se ampara en la oscuridad que normalmente repele, y se va de fiesta. Y, claro está, en esa fiesta de lo macabro también se imponen las modas, predominando cada año un disfraz o máscara según lo que haya ocurrido en este mundo que tanto miedo nos da y sobre el que tan valientemente caminamos. El negocio sigue siendo el negocio, niñas y niños. Este año, al margen de gobernantes varios, apuesta segura en toda fiesta de disfraces, se homenajea a Michael Jackson, que también dio miedo a propios y extraños con su más famosa actuación (hablo de Thriller, que conste). Y la estrella en Estados Unidos, que no deja de ser lugar de origen de Halloween, es ni más ni menos que Bernard Madoff, el estafador, que ha provocado pesadillas a muchos estos últimos meses y que se ha ganado por derecho propio un lugar en la galería de los horrores.

Y así, como quien no quiere la cosa, vamos exorcizando cada quien nuestros demonios interiores, a base de enseñar los dientes en forma de mueca a aquello que no podemos comprender y no podemos controlar, lo que viene a ser más o menos el miedo. Desde los hoy muy desterrados, por el qué dirán, chistes de negros y mariquitas a las sátiras políticas de prensa y televisión; desde los ninots valencianos a las chirigotas de Cádiz, nos reímos de lo ajeno, de lo raro, lo frivolizamos, lo quemamos o le damos forma de chuche, y lo acercamos a nuestra vida aunque sólo sea unos minutos para tener la sensación de que en realidad no nos da miedo, de que nuestra existencia depende sólo de nosotros y no tenemos nada que temer en el mundo que nos rodea. Un mundo en el que ya nadie se fía de nadie, los niños ya no juegan en la calle y cada uno, incluyéndonos a nosotros mismos, es un extraño al que miramos de reojo. Mientras nos riamos, estaremos a salvo.

Así que ya sabéis: ¡disfrutad, y no miréis debajo de la cama!
First we run
and then we laugh til we cry...
The New Radicals. You get what you give.

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