viernes, 31 de julio de 2009

Episodio 37: Grandes esperanzas

Hola, habitantes de lo incierto:
Estoy deseando ir al cine a ver Up. La primera vez que leí el argumento, hace ya tiempo, no me llamó mucho la atención, la verdad. Un cuento sobre el sueño americano simbolizado en un vejete y un muchacho rollizo. Pero durante el tiempo que ha pasado desde entonces, no he hecho más que oír buenas palabras. Los que ya la han visto dicen que es aún mejor que Wall.E, y los trailers (que intento evitar a toda cosa, misión imposible), pintan bien. Así que iré a verla con una enorme expectación.

Expectación, expectativas, esperanzas. Otra de las grandes trampas que nos tiende esta vida. El título de este episodio es el de una novela de Dickens, titulado en el original Great expectations. Es decir, grandes expectativas. No me parece raro que ambas palabras, esperanzas y expectativas se confundan o se asimilen. Viene a ser lo mismo. Nos creamos una ilusión y en ello nos va algo más que la vida: el estado de ánimo con el que la afrontamos. Aunque en mi caso, y en esta ocasión, no se trata de nada importante, así que ni ha habido ni habrá daños.

Más que por la película de Pixar, escribo esto por otra cosa: la lectura, pensada desde hace tiempo del famoso libro El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger. Lo acabo de terminar y no entiendo muy bien tanta importancia. Está claro que tenía demasiadas expectativas puestas en él. No sé si será demasiado juvenil o demasiado norteamericano para mi mentalidad, pero el caso es que ha atravesado sin casi rozarme. De hecho, lo he leído muy deprisa para mi costumbre, en menos de una semana, porque estaba ansioso de ver si, al fin, en la siguiente página pasaba algo importante... Bueno, leedlo y ya me contaréis, no pienso destriparlo. El caso es que a Holden Caulfield sí le pasan cosas importantes, pero ninguna de ellas parece tener lugar durante el trozo de su vida que nos cuenta, lo cual en primer lugar crea y después destruye expectativas. Un chasco, vamos.

Algo parecido me ha pasado otras veces, desde películas, como Encuentros en la tercera fase, que me pillaron a desmano, por ejemplo, a episodios de mi vida en los que fui a por lana y salí trasquilado. Y sin embargo, no parece que ni yo ni el resto de la humanidad tengamos intención de detener nuestras esperanzas-expectativas, porque supongo que es a base de ellas, sus alegrías y frustaciones como avanza el mundo. Así somos y así nos va.

Hasta la próxima, amig@s. Un saludo a aquellos que día tras día mantienen viva la ilusión, la esperanza y las expectativas.
Our hopes and expectations
Black holes and revelations
Our hopes and expectations
Black holes and revelations.
Starlight. Muse.

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